Point de vue sur la Vilaine depuis le Boël

Recorrido por el GR39 en Bretaña

El GR39, un circuito de gran recorrido apartado de los senderos trillados

El GR39, menos frecuentado que el GR34, el famoso sendero de los aduaneros que recorre Bretaña por la costa, no carece de encanto. Ofrece paisajes muy variados, desde Mont-Saint-Michel hasta Guérande, pasando por Rennes. Ofrece una gran travesía de la Alta Bretaña para hacer en itinerencia, o por etapas recorriéndola desde Rennes. Aquí se presenta toda la información práctica para seguir el recorrido del GR39 a través de la metrópoli de Rennes. Un recorrido soberbio, de Laillé a Thorigné-Fouillard, con una escala en el centro histórico de la capital bretona.

«Mancha-Océano», un gran recorrido junto al agua

El sendero de gran recorrido GR39 conecta Mont-Saint-Michel con Guérande, en el estuario del Vilaine. 350 kilómetros de marcha en total para recorrer la conexión entre la Mancha y el océano Atlántico. Este gran recorrido, perfectamente señalizado con el famoso marcado rojo y blanco, alterna una gran diversidad de paisajes: paseos por senderos urbanos, caminos hondos en el corazón de arboledas, caminatas por la sirga junto al agua, travesías de bosques y de parques urbanos… Cuenta con numerosos miradores y puntos de interés a lo largo del recorrido.

Aquí encontrará la información práctica para recorrer la parte «renesa» del GR39.

Resumen del recorrido

Empezará en las curvas del Vilaine para llegar a Le Boël y su magnífico mirador sobre el molino, antes de retomar el camino pasando a orillas del Seiche, en dirección a Chartres-de-Bretagne. Desde allí, el GR39 se dirige al norte a través de caminos rurales. Entrará en la ciudad por el parque de Bréquigny, antes de serpentear por el centro histórico y sus monumentos hasta llegar a otro agradable espacio verde: las praderas Saint-Martin, junto al canal Ille-et-Rance. A continuación, le espera otro parque aún más grande en el recorrido: Les Gayeulles, «el Central Park de Rennes». Por aquí abandonará la ciudad de Rennes en dirección del campo y de Thorigné-Fouillard, justo al borde del Bosque de Rennes, otro océano de vegetación que atravesar.

El circuito en la práctica

Este tramo de unos 53 kilómetros puede hacerse en itinerancia en 3-4 días con un día «de descanso» para descubrir Rennes. También puede hacerlo por etapas recorriéndolo desde Rennes. Los transportes públicos (TER BriezhGo y Autobuses Metropolitanos STAR) permiten, en efecto, llegar rápidamente a los diferentes puntos de las etapas para hacer un tramo cada día.

Los trazados y mapas del recorrido

Cabe destacar que el recorrido puede realizarse en ambos sentidos y que está bien señalizado por los voluntarios del departamento de la FFRandonnée (señalización roja y blanca). Pero si comienza desde el sur podrá pararse en varios miradores consecutivos desde donde podrá contemplar la cuenca renesa y disfrutar de un primer día de calentamiento en el corazón del magnífico paisaje de Le Boël.

Etapa 1: Desde la curva de Bourg-des-comptes a Le Boël (13 kilómetros)

Para esta primera etapa está programada una pequeña jornada de marcha para tratar de calentar las piernas. Le sugerimos realizar la salida en la curva de Bourg-des-Comptes. Es fácil llegar a este punto desde Rennes en TER con las líneas Rennes-Vannes y Rennes-Nantes. El trayecto apenas dura 20 minutos desde la estación del TGV de Rennes. Una vez que se encuentre en la estación de Guichen-Bourg-des-Comptes, basta con unirse al camino de sirga que se encuentra a unos pocos cientos de metros para incorporarse al GR39.

Senderos ondulados para calentar

La aventura comienza a lo largo del agradable Vilaine, río que no hace honor a su nombre. Un poco más lejos franquea el puente para cambiar de margen y subir a las alturas de Laillé. Tómese su tiempo para contemplar los paisajes a su ritmo y desde diferentes puntos de vista que se abren sobre los valles del Vilaine. El número de kilómetros no es demasiado elevado en esta primera etapa, puesto que el desnivel de los senderos va a hacer que sus piernas trabajen. A la altura de Hyume, en Laillé, le espera el punto más elevado, que culmina en un centenar de metros. Las pasarelas de madera son típicas de Bretaña y de las arboledas: caminos hondos y pedregosos que pasan entre dos taludes. En el pasado salvaron vidas. Las de los chuanes y los combatientes de la Segunda Guerra Mundial que se escondieron aquí. Hoy en día son refugio de la biodiversidad. Los taludes tienen una utilidad ecológica al albergar especies diferentes, auxiliares de jardines, y fijar la tierra fértil al suelo. Deberá prestar atención a sus pies y tobillos, puesto que los caminos son un poco técnicos.

Un descenso muy empinado y después una subida para llegar al bosque de Saint-Jean, que bordea el Vilaine. Un tramo agradable en sotobosque con un poco de alivio, del que saldrá llegando al DGA, un base de la armada especializada principalmente en ciberseguridad. Rodee las verjas por la izquierda para incorporarse de nuevo al sendero y llegar a las alturas del molino de Le Boël. Desde lo alto de las paredes rocosas de esquisto se abren multitud de vistas sobre el río, la sirga y el molino. Un lugar muy apreciado por los paseantes y los ciclistas de montaña, especialmente durante los fines de semana. Así que espere encontrarse con algunos. Es el momento de hacer una parada y de descender a lo largo de la sirga para ir a contemplar el molino de cerca.

  • Para reponer fuerzas… Al otro lado del río, atravesándolo por el puente peatonal, allí por donde circulan los trenes, hay dos restaurantes a la altura del aparcamiento: Le Marin’Boël y la nueva crepería del Moulin con unas terrazas muy agradables con una vista increíble sobre el Vilaine, la esclusa y los barcos. Es el momento de probar la especialidad local: la galette saucisse Si lleva su reavituallamiento con usted, dispone de numerosas mesas de pícnic y bancos en el Boël. El pueblo de Pont-Réan no queda lejos (unos 2 kilómetros por la sirga) y allí encontrará comercios, bares y restaurantes, así como una base náutica.
  • Alojamiento en las cercanías. Un alojamiento con encanto muy cerca de El Boël: Manoir Le Courtillon, hospedaje, spa y alojamiento y desayuno. http://lecourtillon.com

Etapa 2: De Le Boël a Rennes (23 km)

Siempre es una lástima tener que abandonar ese pequeño paraíso que es Le Boël y sus acantilados purpúreos. Pero todavía no ha terminado con los colores del esquisto, típicos de la región de Rennes. Los senderos que seguirá son coloridos, al igual que las casas junto a los caminos. Y es muy probable que sus suelas terminen por teñirse de ese color debido a la presencia de óxido de hierro en la roca. Un recuerdo que llevará con usted en sus próximos recorridos. Para esta segunda etapa es mejor salir por la mañana temprano, puesto que tendrá que realizar una distancia importante, pero con menos dificultades técnicas. Subiendo ligeramente las laderas, en dirección Pont-Péan, podrá gozar de un bonito paisaje sobre la cuenca de Rennes. Incluso podrá distinguir Les Horizons en la distancia.

Desde las orillas del Seiche al parque de diversiones de Chartres de Bretaña…

Caminos rurales agradables que atraviesan sotobosques antes de bordear el Seiche, un afluente del Vilaine. Este pequeño tramo, poco antes del centro ecuestre Fénicat y situado sobre un talud con numerosos árboles que domina la pequeña rivera, es un lugar verdaderamente agradable durante la temporada de calor. Es muy sombreado y le conduce al puente que atraviesa el Seiche para subir hacia Bruz antes de girar en dirección a Chartres de Bretaña atajando por un camino transversal. Después, el GR pasa por el agradable parque de ocio, en el cual los habitantes de Chartres disfrutan de las instalaciones (mesas, tirolina y estructuras de juego para los niños, estructura de escalada y equipamientos deportivos al aire libre, etc.). También cuenta con zonas de pícnic y barbacoas sobre estructuras sólidas situadas cerca de un gran toldo que puede utilizarse para resguardarse en caso de lluvia. Los aseos públicos también están situados en la entrada del parque, cerca del aparcamiento. En resumen, este parque está bien para realizar una pequeña parada antes de continuar hacia Rennes, porque aún le quedan unos buenos quince kilómetros.

El GR39 le lleva ahora por los senderos tranquilos de Chartres hacia la salida norte de la ciudad. Tenga cuidado al pasar la glorieta entre la mediateca y la universidad, ya que el tráfico es denso. Desde allí, continúe un poco más la ruta antes de entrar en la zona rural por caminos agrícolas poco frecuentados. Tras una subida larga ya estará en dirección a Rennes. Si bien se escucha la proximidad de la carretera de 4 carriles, el campo que le rodea es tan agradable que difícilmente creerá que se encuentra a tan solo unos pasos de una gran metrópoli y no lejos de la gigantesca fábrica de PSA de la Janais. A medida que se aproxima al valle, vislumbrará otras empresas. El camino le conduce a un carril bici que le acerca a la circunvalación. Un pasaje subterráneo ligeramente iluminado le permite atravesarla con total seguridad y llegar al parque de Bréquigny y a la civilización urbana.

  • Alojamiento en las cercanías. El hotel más cercano al recorrido está situado junto al parque de Bréquigny es el Novotel Alma. Si llega a Rennes con los pies doloridos, esta será su mejor opción. Si desea un alojamiento muy barato, y que se encuentre en el GR39, puede elegir el albergue de la juventud, a lo largo del canal Saint-Martin. Si va a recorrer Rennes, entonces le recomendamos el camping des Gayeulles. En el corazón del parque, sus citylodges completamente nuevos son muy cómodos y tranquilos (tenga en cuenta que, debido a la situación sanitaria actual, todavía no están abiertos los emplazamientos tradicionales para plantar una tienda). La mejor opción en función de la localización, en el centro de la ciudad y cerca del recorrido, es el hotel Anne de Bretagne en el barrio del Colombier, con una buena relación calidad-precio.

Etapa 3: una jornada para visitar Rennes

Salvo que ya conozca bien Rennes, sería una pena que no dedicase tiempo a visitar la ciudad. Y más aún cuando se recorre fácilmente a pie. Hay muchos monumentos que ver.  Acérquese a la Oficina de Turismo para reservar una visita guiada al Parlamento de Bretaña, que es una visita imprescindible junto con los jardines de Thabor.

La gastronomía local es otro motivo por el que detenerse en Rennes: además de las creperías, encontrará numerosos restaurantes. Los chefs de Rennes saben ensalzar todos los productos del mar y de la tierra que se encuentran en el famoso Mercado de Lices. En una perfecta fusión con los platos, Bretaña también cuenta con 3 restaurantes con estrella Michelin que merecen la pena visitar: ImaRacines, y Holen. Consulte también nuestras sugerencias de visitas en un día en Rennes, antes de retomar su camino.

  • Alojamientos:Vea todos los hoteles, albergues, habitaciones de huéspedes y apartahoteles en Rennes en nuestra sección Dónde dormir.

Etapa 4: de Rennes a Thorigné-Fouillard (17,5 km)

Esta etapa ilustra a la perfección la diversidad y el interés del GR39. Después de bordear acantilados, colinas y orillas de río, atravesado landas, sotobosques y caminos rurales, se encontrará en un paisaje urbano, con callejuelas empedradas bordeadas de bonitas casas de entramado de madera. El entorno peatonal de Rennes es ideal para los senderistas y usted mismo puede aprovechar para entrar en monumentos como la catedral de San Pedro y admirar plazas y lugares emblemáticos: la hermosa Rue du Chapitre, la Place de Les Lices y la Place Sainte-Anne (donde se encuentra la oficina de turismo en un ala del Convento de los Jacobinos, magníficamente restaurado), así como la célebre calle de la sed y la rue Saint-Malo.

Una travesía de la ciudad por los parques

Para esta etapa, el GR39 atraviesa también numerosos parques y ofrece un recorrido urbano original al borde de los espacios verdes,  comenzando por el punto de partida en el sur: el parque de Bréquigny, un jardín público de 17 hectáreas que constituye un pulmón verde del sur de la ciudad. Después de pasar por el centro histórico y de cruzar el Ille, llegará a un espacio de vegetación completamente reacondicionado: las praderas Saint-Martin, al borde del canal del mismo nombre. 30 hectáreas de naturaleza en el corazón de la ciudad, acondicionadas a modo de inmenso parque de ocio y atravesadas por recorridos suaves reservados para bicicletas y peatones. Y al norte de la ciudad, el GR39 pasa por el Parc des Gayeulles para salir de la ciudad descubriendo sus 100 hectáreas de bosques, estanques y senderos. Un parque de ocio y de aventuras (con una pista de patinaje, un recorrido por la copa de los árboles, una piscina, una granja con animales, campos de deporte…) que ofrece hermosas zonas de respiro para los ciudadanos.

Al salir de la ciudad podrá darse cuenta de un aspecto particular de Rennes. A pesar de su tamaño como metrópoli, la capital bretona está rodeada de un «cinturón verde». Sin importar la dirección, se pasa muy rápido de la ciudad al campo y es muy agradable poder escapar en tan poco tiempo bordeando el camino de sirga, por ejemplo. El GR39 también ofrece esa sensación: los sonidos de la ciudad se atenúan y el camino nos conduce hacia otros horizontes a la orilla del inmenso bosque de Rennes. Una buena razón para querer continuar el GR39 hasta Mont-Saint-Michel. ¿Quizá sea el destino de su próximo viaje a pie?

  • Alojamiento en los alrededores: Le Clos du Presbytère en Betton. Habitaciones de huéspedes situadas a 3 kilómetros del bosque de Rennes. Este alojamiento está catalogado como una etapa senderista en Bretaña por el comité regional de turismo.

Para finalizar, algunos consejos para realizar bien el camino

Este circuito de senderismo es ideal para senderistas de todos los niveles; algunos pasos a la altura de El Boël, al borde de acantilados pueden resultar un poco técnicos, pero el recorrido no tiene dificultad o relieves insuperables. Sin embargo, como todo sendero de gran recorrido, antes de empezar es necesario equiparse y prepararse correctamente para disfrutar mejor de la experiencia: hidratarse, saber localizarse, un equipo adecuado (calzado y prendas de senderismo, mochila), prismáticos para observar la fauna y la flora. Una linterna, crema solar, protección contra la lluvia y un botiquín de primeros auxilios siempre son útiles en caso necesario.

Por último, respete los senderos y el entorno, y no arroje sus desperdicios. ¡Le deseamos un agradable paseo por Bretaña!

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