Rennes es famosa por sus jardines notables como el Thabor, el parque Oberthür, los jardines del Palacio Saint-Georges… La ciudad puede incluso enorgullecerse de estar entre las que más metros cuadrados de vegetación por habitante tienen en Francia. Pero existen muchos más parques y jardines que merecen ser recorridos. Algunos han florecido recientemente y otros son pequeños jardines secretos apreciados solo por sus habitantes. Todos tienen un punto en común: están a la orilla del agua, cerca del Vilaine, del Ille o de los canales. Le llevamos a que descubra estos espacios verdes de la metrópoli de Rennes, donde nos gusta dedicar el tiempo a no hace nada… aparte de holgazanear.
1. Jardín de la Confluence
Donde el Ille se encuentra con el Vilaine

En el origen de Rennes se encuentra la confluencia. El nombre antiguo de la ciudad, Condate, recuerda este emplazamiento estratégico donde los cursos del Vilaine y del Ille se cruzan. Allí donde hoy en día se encuentra el jardín de la Confluence, que forma un ángulo en la punta occidental de la ciudad. El jardín de la Confluence, con sus vistas impresionantes de la puesta de sol y los barcos que pasan, sus pontones pasarelas y sus hoteles para insectos, es un rincón bucólico donde los habitantes de Rennes se juntan a la hora del aperitivo. No es el jardín más grande, pero no carece de encanto gracias a algunos locos trenzados de la artista Stéphanie Buttier. Siguiéndolos a lo largo del Paseo François Mitterand, entrarás en los Campos Elíseos de Rennes sobre este pequeño triángulo de vegetación donde todo comienza cuando acaba el día.
- Qué ver y qué hacer por los alrededores: Le Bacchus, café-teatro con su restaurante y enoteca está situado enfrente de la Confluence
www.le-bacchus.com/.
2. Las praderas Saint-Martin
Un parque natural entre el Ille y el canal Saint-Martin

Las praderas Saint-Martin se extiende 30 hectáreas a lo largo del canal Saint-Martin. Un espacio natural totalmente acondicionado para el ocio y donde disfrutar de la fauna y la flora en un entorno bucólico. Por todas partes se encuentran aparatos, zonas de pícnic y de descanso, observatorios de aves y quioscos que invitan a la ociosidad. Un montículo de juegos gigante permite que los niños cojan altura y entre todas las zonas de ocio, los caminos suaves serpentean y ofrecen a los corredores, ciclistas y caminantes ofrecen innumerables opciones de recorridos.
- Qué ver y qué hacer por los alrededores: El canal de Ille-et-Rance se dirige hacia Betton, y sus orillas y caminos de sirga son el lugar ideal para un pequeño paseo en bicicleta.
3. Las playas de Baud y las terrazas del Vertugadin
Un parque acogedor, con los pies en el agua

Entre los nuevos espacios verdes acondicionados recientemente en Rennes, se encuentran los llanos de Baud. Esta «playa urbana», situada a los pies del nuevo barrio Baud-Chardonnet, se extiende a lo largo del Vilaines con praderas de césped, un merendero y pontones. Aquí y allá las zonas de juego y las hamacas invitan tanto a la actividad como a la inactividad. Cada uno, según su ritmo, puede venir a sentarse y descansar viendo pasar las canoas y los remos. Justo enfrente, otro espacio con escaleras ofrece vistas sobre este nuevo páramo natural: las terrazas del Vertugadin, que muy pronto estarán conectadas con una pasarela por encima de las orillas. Una zona húmeda como una respiración para los cambios de humor del río.
- Qué ver y qué hacer por los alrededores:El club de kayak de Rennes para alquilar embarcaciones o asistir a un curso de kayak (35 Rue Jean-Marie Huchet), tel. 07 82 69 25 23
4. El parque de Champagné en Cesson-Sévigné
Un islote de vegetación sobre el Vilaine

El paisaje de Cesson está marcado por la presencia del agua. Varios parques salpican el centro y el de Champagné es el que más rodeado está. Una verdadera isla por la que merece la pena pasear y disfrutar de la vista sobre los antiguos puentes galorromanos. 3 hectáreas en total para dejar pasar el tiempo de sombra en sombra de tulipífero de Virginia y de Paulownia tormentosa, el árbol imperial originario de China con un porte muy elegante. La caminata se prolonga en pocos pasos en los otros espacios verdes de la ciudad: el parque de Bourchevreuil, el parque de la Monniais y el parque de la Chalotais.
- Qué ver y qué hacer por los alrededores: la base de deportes al aire libre para alquilar tablas, kayaks, canoas o descender el río haciendo rafting. Sensaciones fuertes garantizadas. Más información sobre las normas sanitarias y las aperturas en www.ville-cesson-sevigne.fr/base-sports-nature.html
5. El parque de Robinson en Saint-Grégoire
Una isla de ocio al borde del canal de Ille-et-Rance

Poner rumbo a la isla de Robinson ya es un viaje en sí mismo. Desde Rennes, a la salida de la esclusa Saint-Martin, a poco más de 4 kilómetros por el camino de sirga. En pocas pedaladas, el cambio de paisaje es total: el molino de Robinson se encuentra enfrente de la esclusa donde atracan las barcazas y los barcos. Una pequeña zona de veraneo en la que las plazas floridas invitan a pasear sobre pasarelas que atraviesan los meandros del Ille. A las puertas de la ciudad, pero aún así en el campo. El camino de sirga (a ambos lados) ofrece multitud de posibilidades de paseos accesibles para todo el mundo. Un verdadero pequeño paraíso para los robinsones en ciernes, los amantes de la pesca y las actividades acuáticas.
- Qué ver y qué hacer por los alrededores: al otro lado del puente, el Canoë-kayak Club de la isla Robinson (CKCIR) no solo está reservado a los campeones. El club propone el alquiler de embarcaciones ligeras: kayak, canoa o remo de pie; el lugar es perfecto para practicarlos con total seguridad. https://ckcir.net
6. El valle del Ille en Betton
Uno de los puntos de observación más hermosos sobre el canal y el río

En Betton, atravesado por el valle del Ille y el famoso canal de Ille-et-Rance, el agua es una parte integrante del paisaje y de la forma de vivir. En las riberas especialmente agradables de este rincón del Ille-et-Vilaines, son muchos los itinerarios para pasear. Pero también nos gusta sentarnos allí a soñar despiertos, hacer un pícnic o montar en bicicleta. «La pequeña reina» es aquí, sin duda, el mejor medio para recorrer los caminos de sirga. A la salida de Rennes, pasando por Betton, después en dirección a Chevaigné, en llano y con total seguridad; los bordes del canal son propicios para los paseos en familia. Para los caminantes, Betton también es el punto de partida de la travesía de la Planchette, que alterna entre los bordes del canal y el descubrimiento de las esclusas y del patrimonio local.
- Qué ver y qué hacer por los alrededores:El mercado de Betton se instala todos los domingos por la mañana en la plaza de la Cale, al borde del canal, y es uno de los mercados más animados de la región de Rennes. Un buen lugar para llenar el estómago con productos locales.
7. El parque del año 2000 de Bruz
19 hectáreas de naturaleza al borde del Seiche

El Seiche dista mucho de ser el Amazonas, pero cuando le corroe la envidia, el afluente del Vilaine sale regularmente de su lecho para recordar que no es más que un agua durmiente. En el parque del año 2000 de Bruz, inaugurado como su nombre indica con motivo del cambio al nuevo milenio, la función de zona tampón de este espacio natural de 19 hectáreas adquiere todo su sentido. Y al atravesar las pasarelas podemos observar además la vida íntima de la zona húmeda. Un circuito de descubrimiento que permite aprender un poco más sobre el bocage, las orillas del río y las zonas húmedas. Otro recorrido le hará además evadirse aún más tras los pasos de leyendas, fábulas y poesía.
- Qué ver y qué hacer por los alrededores: continuando la ruta de Laillé , se encontrará muy cerca de Le Boël, lugar de paseo imprescindible con sus grandes acantilados de esquisto rojo y su molino que hiende las aguas.